Condenan a un enfermero por drogar y abusar de una paciente

El hecho ocurrió en agosto de 2020 en la Fundación Favaloro y todavía tratan de determinar si participaron más empleados. El acusado deberá también realizar un curso de violencia de género.

Un enfermero fue encontrado fue condenado a dos años de prisión en suspendo y a asistir a un curso sobre violencia de género, al ser encontrado culpable del delito de abuso simple contra una una paciente que estaba internada en la Fundación Favaloro.

El fallo de la Justicia fue considerado «breve» por la abogada de la víctima, que advirtió que «se seguirá investigando» el caso en busca de obtener una pena mayor.

El veredicto fue dispuesto por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 15 de la ciudad de Buenos Aires por los hechos ocurridos en agosto de 2020.

El hombre fue condenado a dos años de prisión por abuso simple, utilizando como atenuante «sus condiciones personales puestas de resalto en la audiencia», como también el reconocimiento expreso de su culpabilidad por el hecho imputado que permitió una mejor y más rápida resolución del caso y por no registrar antecedentes, según se indicaron los voceros judiciales.

«Se logró una condena, en primer lugar, y fundamentalmente se logró también que la causa no se cerrara, que se siga investigando dentro de la Fundación Favaloro hasta encontrar a un segundo agresor», aseguró la abogada de la víctima, Raquel Hermida Leyenda.

La letrada explicó que la condena es «de tan pocos años» ya que el anterior letrado interviniente en el caso «desconocía el artículo 119 del Código Penal, que determinaba que el abuso que vivió (la víctima) era un abuso sexual con acceso carnal» y, al desconocerlo, interpuso «una denuncia por abuso sexual simple».

«Aceptamos y no vamos a apelar esta condena, que está mal tipificada porque habla de un abuso simple, a los fines de encontrar una condena aunque sea breve», indicó Leyenda y destacó que una condena «no se mide por la cantidad de años sino por el antecedente que le queda a este hombre, por el cual va a tener que dejar de trabajar en todos los establecimientos de salud».

La abogada hizo hincapié en «la existencia de dos personas como agresores» y en la investigación todavía en curso «para encontrarla», pese a que en primera instancia «se apuntó claramente hacia el enfermero (condenado) porque se veía en las cámaras de seguridad», y no así en este «segundo agresor».

La palabra de las autoridades del hospital

El director médico del Hospital UniversitarioMatías Fosco, indicó -a través de un comunicado de prensa- que tras «haber recibido la denuncia por parte de la víctima, autoridades y profesionales de Fundación Favaloro se pusieron a disposición de ella, su familia y la Justicia. De manera inmediata implementamos todas las medidas correspondientes para preservar su integridad psíquica y física».

El directivo indicó que en la institución tomaron la decisión de separar de su cargo al acusado, concluyendo en su definitiva desvinculación de la institución y presentaron espontáneamente en la causa elementos que pudieran servir de prueba para la justicia.

«Los y las pacientes constituyen el sujeto básico de nuestra tarea diaria, siendo el respeto por la dignidad y condición humana el valor guía de nuestras acciones», se detalló en el comunicado, y agregó que «quienes formamos parte de la Institución nos comprometimos desde el primer momento con la búsqueda de la verdad, tomando medidas inmediatas en pos de facilitar el esclarecimiento del repudiable hecho y de que el mismo no vuelva a suceder».

Según la sentencia, Julio César Cruz Hinostroza ingresó en la habitación 705 del Piso 7, donde se hallaba internada la paciente a quien condujo hasta el baño de la habitación, donde abusó de ella aprovechándose del estado de somnolencia en que la que se encontraba, producto de la prescripción de medicamentos y sumado a la incorporación de «bendoziacepinas» que le suministró sin encontrarse recetadas, lo que agravó aún más su estado de vigilia.

Además, el enfermero deberá realizar tratamiento psicológico «de contar con su expreso consentimiento», y asistir a un curso de violencia de género con perspectiva terapéutica en lo sexual.

En tanto, Leyenda detalló que la Fundación Favaloro es -al menos- el tercer centro de salud de la ciudad de Buenos Aires denunciado en los últimos años por delitos contra la integridad sexual, entre los que se encuentran los casos de los sanatorios Güemes y Franchín, en los que ella también interviene como abogada de las víctimas, cuyas edades van desde los 15 a los 82 años.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *